TRES REMEDIOS PARA TRES PROBLEMAS
La clave del éxito para que las personas con trastorno por bulimia recuperen el control es que "confíen en su médico. No pasa nada. Todo tiene solución, pero se tienen que motivar mucho y el médico, a su vez, debe tener empatía e implicarse en motivarles mucho", según Guadalupe Blay, de la SEMG. El primer trabajo de los pacientes es romper la barrera de la vergüenza y confiarle su descontrol con la comida. Una vez diagnosticado el problema, deberían recibir tres tipos de tratamiento.
Un tratamiento farmacológico, consistente en antidepresivos para controlar la depresión y que tienen la ventaja añadida de que son saciantes, así que también pueden ayudar a tratar el desorden alimentario. El psicoterapéutico, con orientación cognitivo-conductual para su patología depresiva y para recuperar el control en su conducta alimentaria. En tercer lugar, necesitan el apoyo de un nutricionista para restablecer sus pautas alimentarias y el peso adecuado.
En cuanto a los resultados de los tratamientos, se ha visto que el trastorno alimentario asociado a la depresión que se trata con terapia cognitivo-conductual y sin antidepresivos remite en el 39% de los pacientes, mientras que este problema remite sólo en el 20% de los tratados únicamente con antidepresivos y además hay más abandonos. En los casos en que se reciben las dos terapias combinadas el trastorno alimentario asociado a depresión remite en el 42% (sólo 3% más que los tratados únicamente con terapia psicológica) y los pacientes atendidos así también presentan más abandonos.
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